lunes, 15 de octubre de 2007

La tendencia hacia la nada

Es dulce el deseo de la inacción, la necesidad de tender hacia la nada. El deseo de no ser nada. Cuando nos obligan a algo, a algo no deseado, la nada parece un buen refugio, el lugar en el que, por fin, podemos ser algo, la nada. Esta tendencia nihilizante (que nihiliza) surge sólo en un momento en que el sujeto se ve siempre obligado a una acción que no es su acción deseada. Lo real se le aparece siempre como una obligación, de tal forma que se ve negado como sujeto mismo, como una posibilidad de realización de la libertad. La tendencia hacia el nihilismo no se puede ver ya como un síntoma de decadencia espiritual sino como un síntoma de ordenación social. Los roles de ciudadano, padre/madre de familia, estudiante, trabajador, votante, etc, obligan, muchas veces a tomar un compromiso que distrae del ideal humano de la realización del individuo.
En la nada, somos capaces de ser algo.