Dejo aquí este texto para el debate. Creo que toca un par de cuestiones que, por polémicas, creo que pueden dar para una discusión interesante. Espero que sirva para eso
“No es costoso, ni tampoco excesivamente polémico, llegar a conclusiones acerca de las condiciones intelectuales, afectivas y prácticas que debería tener el sujeto ideal. La cuestión queda entonces circunscrita al hecho de si es posible la fábrica generalizada de ese tipo de individuo.
El conocimiento científico del presente nos obliga a una respuesta afirmativa, así que hemos de plantearnos por qué, si es posible, esa fábrica no se realiza. Y la conclusión elemental es que tal fábrica requiere dos condiciones: procesos de socialización orientados por una pedagogía tecnológica y un entorno social igualitario”
Jose maría Chamorro; Lenguaje, mente y sociedad. Hacia una teoría materialista del sujeto. Servicio de publicaciones de la Universidad de La Laguna, 2006, p. 284.
2 comentarios:
Quería empezar la discusión apuntando un par de cuestiones.
Con respecto al primer párrafo: desde una teoría del sujeto materialista como la que promueve el profesor Chamorro, es posible llegar a describir un sujeto ideal que, paradójicamente, es interno a la teoría misma, esto es, la teoría no se pone al servicio de un sujeto histórico con el que dicha teoría pudiera contribuir a hacerlo más próximo, sino que la teoría define el modo y su fin.
La cuestión del sujeto es atacada, sobretodo, desde posiciones fenomenológicas, para las cuales el sujeto es una construcción metafísica. pero todavía queda por articular mucho de lo que, tradicionalmente, la noción de sujeto ha venido queriendo decir. Sobretodo me parece especialmente importante explicitar desde donde podemos fundar una teoría crítica, tanto de los valores como de las posiciones. Si ya no podemos hablar de sujeto, ¿qué hacemos con las luchas ideológicas, las luchas éticas, las luchas políticas? Creo que las posturas de Heidegger, por ejemplo, pueden contribuir mucho a ello, pero es necesario darles una cierta frescura, por las que podamos usar a Heidegger del mismo modo que hasta ahora hemos usado a Marx, por ejemplo.
Hablar de fábrica con respecto al sujeto es una expresión que crea controversia, porque choca con la cuestión del libre albedrío, cuestión sagrada dentro de la tradición moderna. Ahora bien, precisamente porque esa noción, base de la crítica a poder hablar de los individuos como seres que se pueden “fabricar”, ¿cómo criticar una idea que va en contra del libre albedrío, cuando se niega la legitimidad de la tradición en la que el libre albedrío tiene validez? Dicho de otro modo: ¿cómo fundar la cuestión de la libertad desde Heidegger?
Y, por último, una última cuestión. Pensar que nuestras sociedades actuales son más libres porque, en ellas no se está fabricando ya el sujeto, equivale a adoptar una postura por la que se da a la sociedad actual, a la ordenación social actual, un estatus de libertad mayor. Lo paradójico es que se hagan críticas a este tipo de sociedad, precisamente, por su falta de libertad…
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