martes, 27 de febrero de 2007

El principio esperanza. Ernst Bloch

Recientemente la reedición de la obra capital de Ernest Bloch, “El Principio Esperanza”, nos permite acercarnos, una vez más, a su pensamiento. Ésta es una lectura indispensable para todo intelectual que milite en el pensamiento político izquierdista (es decir, imprescindible para todo intelectual). La traducción es la clásica de González Vicén con algunos retoques para hacerla al presente, presumiblemente, por tanto, la traducción es muy buena.
Intentar resumir este obra sería una labor en vano, es imposible resumir, posiblemente, la obra de marxismo occidental más heterodoxa que vió la Europa de después de la segunda guerra mundial. En particular, sus ideas sobre la religión, el concepto de Dios… hasta tal punto fue polémica la obra que los marxistas ortodóxos jamás perdonaron a Bloch salirse del dogma impuesto desde Moscú. Aún así la obra de Bloch puede ser considerada como obra central del marxismo europeo… imprescindible.

Ernest Bloch escribió esta obra cuando aún quedaba un resquicio de posibilidad en occidente con respecto a un “cambio de rumbo” que dejara atrás el capitalismo, esto es, en el tiempo que transcurre entre 1938 y 1947. Poco tiempo después, en 1959, ya Theodor Adorno consideraba la obra de Bloch una “obra anacrónica”, propia de esperanzas utópicas que jamás se cumplirían. El gran giro histórico que se produjo tras el final de la II Guerra Mundial y la toma de conciencia con respecto al perfil genocida de Stalin cerraron las puertas definitivamente al comunismo o, al menos, lo convirtieron en una pesadilla. Aún en 1960 el 40% de la población mundial vivía bajo regímenes comunistas, pero ahora, la utopía ya había mutado hacia la pesadilla.

Pese al utopismo de Bloch debemos dejar claro que su obra emplea como gozne la categoría de posibilidad, luego, la utopía es realizable en tanto es realizable como posibilidad. Una posibilidad que no reside, como en Sartre, en el hombre, sino que está en la materia, en lo exterior. Lo exterior nos permite evaluar cuáles son la posibilidades que se nos presentan hacia una mejora determinante en la vida humana. ¿Por qué la necesidad de explotar de esta manera la posibilidad dirigida a un mundo mejor?, pues para Bloch está claro, porque la característica central del ser humano es el anhelar una vida mejor, el “soñar despierto”, y estas ansias se realizan a través de la modificación de las condiciones sociales. “Pensar significa traspasar” esta afirmación resume el ejercicio filosófico de Bloch y resume su concepción de todo filosofar.

Como es común en todos los pensadores marxistas de esta época, habla equívocamente de la emancipación, extendiendola a todas las facetas humanas, sin recaer en la importancia que juega la “angustia existencial” que es inherente al ser humano y difícilmente salvable en cualquier género de utopía social. Aún así, es más sensible a esta cuestión y llega a reconocer que la emancipación jamás será global, un paso que luego el existencialismo terminaría de realizar.

Otro avance significativo, que luego nadie ha terminado de explotar, es la nueva concepción psicoanalítica que Bloch esboza. Propone una proyección del inconsciente hacia el futuro, apunta a la necesidad de evaluar el futuro, en tanto posibilidad, y darle una importancia que, hasta ahora, en el psicoanálisis, sólo ha tenido el pasado y su análisis profundo. Con este esbozo abría una nueva senda psicoanalítica que se encargaría de evaluar el presente como proyectado hacia el futuro, esta nueva senda no volvió a ser evaluada (quizá si Sartre hubiera continuado con su proyecto de psicoanálisis existencial ahora esta cuestión estaría más estudiada).

Bloch fue contemporánea de los Frankfurtianos, sin embargo, no observamos una influencia directa de su obra sobre aquellos y viceversa. Son sendas críticas, sin duda, muy diferentes que difícilmente pueden ser hermanadas, sin embargo, la obra de Bloch debe ser puesta en consideración con relación, como cohetáneas, a la obra de un Adorno o un Horkheimer, por ejemplo, igual que resulta crucial compararla con la gran obra de Lukacks “Historia y conciencia de clase”.

Todo esto no es más que una invitación a la lectura del primer tomo que, como he dicho, está recién editado por Trotta en una fantástica edición de Francisco Sierra.

Espero que esta reciente edición sirva para recuperar la obra de Bloch en nuestro idioma y que se sumen proyectos editoriales de similar calado. En los últimos años, mucho indicios parecen apuntar a un resurgir de la filosofía alemana de esta época. Por un lado la reciente edición de las obras completas de Theodor Adorno, la recuperación en nuestra lengua de filósofos como Schopenhauer (hace 3 años sólo contabamos con una edición bastante mala de su obra fundamental “el mundo como voluntad y representación”, ahora se suman otras tres traducciónes de esta obra, una en Trotta, otra en Akal y otra en el FCE, las tres con una traducción fantástica), otro factor que me hace pensar en años esperanzadores para la filosofía es el reciente esfuerzo de Alianza Editorial por publicar en nuestra lengua inéditos de Heidegger. En definitiva, espero que Bloch también tenga su lugar en este renacer editorial.

5 comentarios:

Ventana a la calle dijo...

partiendo de la mayor de las ignorancias, me gustaría saber qué lecturas pueden establecer un itinerario asequible y paulatino hasta llegar a esta obra de Bloch.

Gracias y un cordial saludo.

Matías.

Anónimo dijo...

"Lectura indispensable para todo intelectual que milite en el pensamiento político izquierdista (es decir, imprescindible para todo intelectual)", escribe usted.

En esta frase queda patente su sectarismo, su pacatería y su prejuicio progresista e ilustrado. ¿Por qué la izquierda tiene que identificarse a partir del supuesto contrario, haciendo mofa tonta de él? Cada vez que veo semejantes tonterías pienso que son ustedes tan malos como el nacionalismo radical que sólo se entiende desde el enfrentamiento "nostros"-"ellos".

Le pido a usted que sea más honesto intelectualmente y más democrático.

Fdo.: José Luis Parada

Terrícola Aterrizando dijo...

Excelente resumen introductorio. Necesitaba exactamente esto...

En Argentina se hace casi imposible comprar alguno de los volúmenes actuales en español, porque el cambio y la importación siguen a cargo del sistema, aunque no así los contenidos de los libros...

Le mando un abrazo revolucionario desde latinoamérica, donde otra vez, la utopía es el camino: aunque la academia colonial no piense así.

Anónimo dijo...

Me parece un libro.. trascendental, la parte del segundo tomo que hace referencia en Bloch sobre la historia de la música y la esperanza,!! me parece un capitulo digno de una critica estética!! Una esencia que no puede obtenerse de algunos géneros de música moderna. El autor significativamente encontró el símbolo que es la esperanza para la humanidad, y para mi es lo único que nos queda como seres humanos!

Saludes desde Buenos Aires, !! Argentina!

Distímico dijo...

Un libro muy bien parido, hace falta más conciencia de utopismo, y más ganas de emancipación y de un futuro mejor. Lo que yo percibo hoy en día es el cansancio de la gente a la hora de militar, se esta perdiendo entusiasmo. Voy por el tomo II y todavia no me ha decepcionado gran cosa.