Tras pintar este cuadro alegórico, Rubens envió una carta dirigida al flamenco Justus Sustermans, pintor de la corte del gran duque de Toscana, Fernando de Medeci, a cuya colección se incorporó seguidamente. La carta contiene una descripción detallada del cuadro y su iconografía:
Marte ha salido del templo de Jano dejando abierta su puerta –que en tiempos de paz permanecía cerrada- y avanza con la espada desenvainada arrastrado por la furia Alecto a pesar de los intentos de Venus por retenerlo. Acompañan a Alecto el hambre y la peste, inseparables compañeros de la guerra. A su lado hay una madre con el hijo en brazos, para demostrar que la fecundidad, la procreación y la caridad resultan arrasadas por la guerra, que todo lo corrompe y lo destruye. También están desparramados por tierra los atributos de la paz, la concordia, las artes y las letras. Hay una mujer lúgubre vestida de negro y despojada de todas sus joyas y adornos: es la infeliz Europa
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